La Asociación Movimiento de Mujeres Migrantes de Extremadura, ha anunciado que se encuentra registrando los hechos de bullying y acoso escolar contra la niñez migrante y refugiada por razones de racismo y xenofobia.
La iniciativa es parte del Programa integral de intervención para la sensibilización, prevención y atención del bullying contra la niñez migrante y refugiada en Extremadura y/o Voces legítimas: Experiencias de la niñez migrante y refugiada (para efectos de publicidad) financiado por Consejería de Salud y Servicios Sociales y Oxfam, sin embargo ha sido en 2023 cuando detectaron la prevalencia de esta violencia en la niñez y adolescencia.
«En ese proceso atendimos 16 niños, niñas y adolescente y todos expresaron haber vivido bullying; este año hemos trabajado con 20 que declararon haber sufrido algún tipo de acoso escolar debido a su origen y procedencia», explica Tania Irías, Ténica de Proyecto y Coordinadora de la se de Movimiento de Mujeres Migrantes de Extremadura.
PROCESOS MIGRATORIOS DE LA INFANCIA
Los procesos migratorios de las infancias son procesos sobre los que se conoce muy poco y sobre los que parece todo el mundo tener certeza de su facilidad. A menudo se recurre a apelar que las niñas y niños tienen «mucha facilidad de adaptarse» y se espera que pronto puedan enfrentar con la mayor normalidad al nuevo entorno. No obstante, en este interés colectivo de que se adapten las niñas, niños y adolescentes que migran, muchas veces se pasan por alto detalles de considerable importancia, y sobre los que no se habla.
«Con la migración y los procesos de inserción escolar, las violencias tipificadas de forma más común como bullying o acosos escolar sufren una mutación, o se quedan sin la capacidad de representar todo el panorama de lo que pasa, porque están ocurriendo cosas que no fueron contempladas sucedieran, y sobretodo porque le están ocurriendo a unos cuerpos/personas que no fueron particularmente evaluadas en un modelo educativo en el que no existen», explica Irías.
Es así que, la mayoría de madres no logra nombrar esta violencia, por lo que aunque identifican un trato violento; vejatorio y de desigualdad no logran ponerle un nombre o identificarlo claramente como bullying.
Al punto, incluso, de negar que lo que se ha relatado corresponde a bulliyng y/o acoso escolar contra la niñez migrante y refugiada, De hecho, no hay un conocimiento claro de lo que es xenofobia y racismo, lo que dificulta la identificación de esta violencia contra la niñez.
ACOMPAÑAR EN SOLEDAD
Para las mujeres migrantes acompañar a sus hijas e hijos es un proceso un poco complejo.
No todas cuentan con un tejido comunitario que les colabore en el proceso de crianza, muchas están solas con sus hijas e hijos, y acudir al colegio a poner una queja por alguna situación que está viviendo su hija o hijo, puede ser un desafío.
«Un desafío que se enfrenta a algunos miedos como el que el reclamo no se considere legítimo, a no ser escuchada, a poner más tensa la situación, a poner a su hija o hijo en el foco, a estar ellas mismas en el foco de las autoridades escolares»,», explica.
El miedo puede ser mayor cuando se encuentran en situación irregular por lo que prefieren evitar problemas.
«Por eso contar con la recepción de denuncias en el Movimiento de Mujeres Migrantes de Extremadura les brinda a estas mujeres el espacio para hablar, para contar lo que está pasando, y a la vez para intentar encontrar una estrategia de acompañamiento a sus hijas e hijos para que sepan cómo hacer frente a las circunstancias planteadas», dice.
Adaptarse y entender el entorno no es siempre fácil para las niñas, niños y adolescentes migrantes y refugiados, muchas veces ni las familias tienen claras las implicaciones de este proceso, sin embargo todas apuestan porque se puedan adaptar con prontitud a pesar de los obstáculos.
Para denunciar puedes presentarte en la sede en Calle Antonio Pacheco 4, o bien escribir al correo oficinammmigrantes@gmail.com o llamar al +34 924 710 618