*Más de 350 atenciones a mujeres migrantes y refugiadas en el Plan Integral de Atención a
Mujeres Migrantes Víctimas de Violencia de Género financiado con los fondos del Pacto
contra la Violencia de Género de la Secretaría General de Igualdad y Conciliación en
Extremadura.
Más de 150 mujeres migrantes y refugiadas han sido atendidas en la sede y teleméticamente por parte del Movimiento de Mujeres Migrantes de Extremadura como parte del Plan Integral de Atención a Mujeres Migrantes Víctimas de Violencia de Género ejecutado en 2023.
“Nos planteamos brindar una atención integral que interseccionara la violencia de género con todas las otras violencias que viven las mujeres por su condición de migrante y refugiada. Muchas veces se cree que por tener papeles las mujeres están resueltas en España, y no, la violencia se ceba en las mujeres migrantes y refugiadas por el racismo institucionalizado que les exigue esfuerzos mayores para poder dar el paso de reconcoer la violencia, denunciarla, acceder a recursos de protección y apoyo”, explica Tania Irías, coordinadora de la sede del Movimiento de Mujeres Migrantes de Extremadura.
Aun cuando España registra importantes avances en esta materia, “las mujeres migrantes y refugiadas experimentan diferentes realidades frente a la violencia de género, que no están siendo atendidas por las políticas públicas, en especial ante la ausencia de un enfoque de género que interseccione todas las violencias que generan una mayor situación de vulnerabilidad y desigualdad”, dice.
Mujeres de 15 nacionalidades residiendo en 28 localidades de Extremadura han sido atendidas de manera presencial y telemática en procedimientos administrativos, itinerarios laborales, acompañamiento emocional, así como sus hijos e hijas que además han participado en un ciclo de talleres infantiles ‘Creciendo en derecho’ orientado a promover una cultura de la no violencia.
“Esta atención es integral no solo porque las técnicas tienen diferentes enfoques y disciplinas sino también porque hemos estado en ese ‘lugar’, es decir es una atención situada de, por y para mujeres migrantes y refugiadas, por lo que también es horizontal, pero sin perder de vista que la protagonista de cada procesos, es la mujer, siendo quien decide que ruta seguir o hasta donde llegar”, explicó.