Llegan a España huyendo de la violencia, pero suele reencontrarlas (2024)

El Movimiento de Mujeres Migrantes de Extremadura, ha atendido durante el 2024 a 133 mujeres migrantes y refugiadas como parte del Plan de Atención Integral a Mujeres Migrantes Víctimas de Violencia de Género, financiado con los fondos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género de la Secretaría General de Igualdad y Conciliación.

Del total de mujeres atendidas; 133 han recibido atención emocional y 44 jurídica, siendo las violencias a las que se enfrentan física (67) psicológica (133) económica (85), sexual (9), vicaria (7) y Trata (1), cuyos agresores pueden ser las parejas con las que han viajado desde su país de origen, parejas que han reagrupado o bien parejas de nuevas relaciones establecidas en el país de acogida.

“Nosotras realizamos una entrevista a profundidad con las mujeres que, nos permite comprender la situación familiar, económica, administrativa y social para activar las atenciones necesarias, sí y solo sí las mujeres deciden ser atendidas”, explica Tania Irías, coordinadora de la sede del Movimiento de Mujeres Migrantes de Extremadura, que resalta el valor de esta entrevista para conocer las diferentes violencias que enfrentan las mujeres y definir el protocolo de acompañamiento.

Es así que, en esta entrevista se ha detectado la prevalencia de casos en un 30% de mujeres que han llegado a España huyendo de la violencia, pero que en territorio español, muchas de estas mujeres establecen nuevas relaciones donde son víctimas, otra vez, hasta sumar un 70% de reincidencia entre las atendidas. También se registran los casos de mujeres que han viajado con sus parejas y aquellas que los han reagrupado y que también viven violencias a manos de estos.

“Embarcarse en una proceso migratorio para muchas mujeres es la aparente salida de la violencia sufrida en su país de origen, y también el posible cambio «mágico» de sus parejas cuando emprenden juntos el viaje; esto inicialmente pareciera ocurrir, pues sus parejas atraviesan una y otra vez la etapa del «luna de miel» descrita en el ciclo de la violencia, pero inmersos en los desafíos de un nuevo territorio, donde incluso por la falta de tejido comunitario muchas mujeres se ven obligadas a acceder a trabajos precarios para convertirse en el sostén de su hogar, lo que las coloca en otro lugar de conflicto con sus parejas. Son muchas las mujeres que huyen de la violencia que ejercían sobre ellas en sus países, pero que suelen repetir patrones con las nuevas parejas”, afirma.

El bulo de la denuncia falsa por papeles

Irías que hace énfasis en el abordaje de la violencia desde un enfoque interseccional, decolonial y antirracista, desmiente el bulo que con frecuencia se utiliza para deslegitimar las denuncias de violencias de las mujeres migrantes y refugiadas al afirmar que “realizan denuncias falsas para obtener papeles”

Las denuncias falsas son excepcionales y no constituyen una práctica común entre las mujeres, y menos por las mujeres migrantes y refugiadas que son las que menos evidencian y denuncian las violencias recibidas debido a que enfrentan múltiples obstáculos que dificultan su acceso a la justicia y protección”, dice, a su vez que lo confirman los datos, pues en 2024 sólo 5 mujeres de las 133 atendidas han denunciado la violencia de género.

Entre las razones se encuentran; las dificultades laborales y/o dependencia económica de la pareja; muchas mujeres migrantes y refugiadas trabajan en condiciones precarias, a menudo en la economía sumergida, sin contratos formales ni derechos laborales reconocidos que les impide incluso poder alquilar un piso o bien el “riesgo de que me quiten a mis hijos y terminen en un Centro de Menores” y hasta el de perder la estancia en el país, entre otros.

Irías llama a la importancia de “reconocer y visibilizar estas realidades para desmontar estereotipos infundados y promover políticas públicas que aborden las necesidades específicas de las mujeres migrantes y refugiadas víctimas de violencia de género. Garantizar su acceso a recursos de apoyo, protección y justicia es esencial para construir una sociedad más equitativa y libre de violencia”.

El Plan de Atención Integral a Mujeres Migrantes Víctimas de Violencia de Género ‘Nos queremos libres e independientes’ ha brindado atención a mujeres de 13 nacionalidades que han llegado a Extremadura. El total de 133 mujeres atendidas oscilan entre las edades de 31 a 40 años, es decir, que en su mayoría son mujeres que están en edad productiva.